Memorias de la Seño Margarita Josi
Marjorie Josi Doris (Seño Margarita Josi para los hondureños, Marj como le llamaba su familia y como se le nombra en este escrito) vino a Fred y Olga Josi el 24 de octubre de 1925. Ella era la tercera de 7 hijos, 2 de los cuales murieron en la infancia.
Comenzó la escuela en Clarks, Oregon y luego, alrededor de 1936, la familia se mudó al estado de Washington donde su padre pudo encontrar encontrar un empleo en un aserradero / campamento maderero. Las familias vivían en casas construidas con tablas primitivas losas de la serrería.
Terminó 8º grado en la escuela rural de una sala en Snowden, Washington y con eso Marj estaba lista para comenzar la escuela secundaria, la familia alquiló una granja y se trasladó un poco más cerca de White Salmon, donde sería más fácil caminar hasta el autobús para viajar a la escuela (a pesar de que aún tenía que caminar varios kilómetros).
En 1941, en el momento de la muerte de su abuela de Elmer, Marj trasladó de nuevo a Clarks, Oregon para cuidar la casa para el abuelo Elmer hasta su muerte. Mientras vivía en Clarks asistió a la secundaria de la Escuela Molalla se graduó de allí en 1943. En preparación para asistir a la universidad Marj encontró un empleo en el Tik Tok Sandwich Shop en Portland. Después se matriculó en la Universidad Central de Washington en Pullman Washington para convertirse en maestra.
Después de su graduación en 1947, ella obtuvo un trabajo como profesor en una escuela del área de Mt. Brook en los grados de primaria. Esta escuela sólo había un salón con dos baños al aire libre detrás del edificio de la escuela. Quizá suene común esto en países hispanos todavía en estos años pero en Estados Unidos estas cosas sucedían en los años 40’s solo en zonas rurales muy pobres.
Un pequeño hito de interés acerca de este año de su enseñanza fue que una de sus alumnas era su hermanita, Mildred. Enseñó en la escuela un año y luego asistió a la Escuela Bíblica Multnomah en Portland. Fue aceptada para el servicio misionero por las Misiones de América Central en julio de 1949.
Tras un año de estudios de idiomas en Costa Rica se le asignó para que vivieran en la casa de uno de los padres y maestro en una escuela cristiana en Minas de Oro, Honduras. La escuela se inició en 1947. Además de los cursos regulares del plan educativo de educación pública enseñó clases de Biblia, música, inglés, costura, oficios, y mucho más. Los niños llegaron de todas partes de la república y vivían en dormitorios. Además de las tareas docentes y administrativas, Marjorie se dedicó a la enseñanza de piano, jardinería, aunque muchas de sus labores en tiempo de vacaciones incluyeron armar programas de Navidad, llevar a los niños al río para pasear, montar burro a la ciudad para traer suministros, e incluso matar serpientes no pequeñas.
Marjorie escribió: “Damos gracias a Dios por el privilegio de servirle aquí y ver la nueva vida en los que han experimentado el nuevo nacimiento por la fe en Cristo.”
En 1991, después de 40 años de servicio misionero volvió a Oregon. Vivía con su hermana y su cuñado-, Erlene y Frank, en Salem, y visitó con frecuencia a su padre en un hogar de ancianos locales, cantándole himnos y ofreciéndole la atención y el estímulo no solo a él sino a los demás residentes. Ella continuó su vida de servicio al Señor como voluntaria en una iglesia hispana, también cuidaba de los niños en la guardería de la iglesia.
Después de la muerte de su padre se mudó a una casa de cuidado temporal de adultos, donde su madrastra, Eva. Disfrutaron de la lectura, juegos de palabras y la artesanía y, además de asistir a su iglesia, asistía regularmente a una sinagoga Judía Mesiánica y un grupo a mediados de semana las damas en la iglesia del Ejército de Salvación.
Después de una caída y lesión en la cabeza en el año 1994 Marjorie se trasladó a un centro de rehabilitación en Gresham y luego a la Plaza de Farmington donde también vive su hermana, Erlene. Ella asistió a las actividades de la iglesia con Erlene y Fran, donde conoció a su buen amigo, Lisa Newton, que la llevó a muchas salidas y con quien disfrutó de una enriquecedora amistad.
A través de los años Marjorie tuvo muchos intereses. Era costurera meticulosa y cosió muchas de sus propias ropas. Ella coleccionaba sellos de todo el mundo e insectos y mariposas. Ella amaba la naturaleza y con entusiasmo habló de diversos temas de la ciencia. Solía silbar canciones como un pájaro y tenía libros en su estante sobre aves y otros animales.
Marjorie amó al Señor con todo su corazón y quiso compartir el amor de Dios con todos los que conoció. A ella le bastaba repartir papeles de la escuela dominical a los niños en su barrio, de vez en cuando iba dar un paseo y hacía un esfuerzo especial para saludar a la gente hispana que conoció y preguntar acerca de su relación con Jesús.
Ella se enorgullecía especialmente en el relato de su tiempo rico, gratificante con la gente maravillosa que conoció en Honduras. Le gustaba mucho la gente hondureña. En su cumpleaños número 86, justo antes de su muerte, estaba despierta y alerta, aunque sólo un par de horas, fuimos capaces de mostrarle una presentación de diapositivas que hicimos de su vida. Ella sonrió y habló con entusiasmo de sus recuerdos al ver a su familia, amigos, estudiantes, y su pájaro, Chonilla. También pudimos decirle de la “Fundación Margarita Josi” que se ha formado por ex alumnos y ex compañeros de misión para organizar y recaudar fondos para recuperar el legado del Colegio en Honduras, donde Marjorie sirvió.
Marjorie escribió en quinto grado en el libro de autógrafos de Fran, “Sólo una vida, pronto pasará. Sólo lo que ha hecho para Cristo durará.” Marjorie vivió una vida en el servicio a Cristo. Ella vivió este lema también.
Fran Dezellem
Sobrina de Marjorien Josi
Hello Ms. Dezellen,
Very interesting. Thanks for taking the time to gather and plublish this information. Ms. Josi has always been part of my life. Her voice still sounds in my head.
Jose Enamorado
Indiana